Videojuegos: visión global y liderazgo

Puede que un alumno o egresado de Licenciatura en Tecnología Multimedial de la Universidad Maimónides esté gestando, en este momento, un negocio altamente rentable. Millonario, quizás. Es que la mayoría de las empresas desarrolladoras de videojuegos -las más importantes del mundo- suelen ser creadas por jóvenes consumidores de entretenimientos virtuales.

Un porcentaje importante de alumnos de la carrera de grado consumen videojuegos. Pero la conclusión se construye con otra premisa: gamer (fanático de juegos de PC) + conocimientos de arte, diseño, guión, sonido, programación y negocios, todas temáticas o áreas troncales de su formación, = productor de videojuegos.

Las buenas ideas -y en muchos casos el factor suerte- juegan un papel fundamental a la hora de cerrar el circuito de este fenómeno de masas que mueve millones de dólares por año (más que la industria cinematográfica).

Mientras tanto, los alumnos y egresados de la Licenciatura en Tecnología Multimedial están en condiciones de sumarse a la no tan amplia lista de 500 personas que en nuestro país trabajan en el desarrollo de videojuegos, especialmente enfocados a publicidad on line y celulares.

La demanda de estudiantes en la materia, supera ampliamente a la cantidad de personas capacitadas para trabajar en juegos virtuales -aún en tiempos de crisis-: “En cierto punto un problema ya que los proyectos educativos relacionados con los videojuegos son muy recientes y todavía no llegan a satisfacer completamente la demanda de la industria local. Confío que en no demasiado tiempo, las instituciones educativas en general podrán adaptarse a estos nuevos requerimientos de la industria local de videojuegos”, entiende Ivan Vodopoviz, profesor de la cátedra Videojuegos de la Universidad Maimónides.

Vodopoviz también trabaja en una empresa local llamada “Sabarasa Entertainment”, que fue pionera en Argentina en el desarrollo de videojuegos para PC, consolas y celulares, y cuenta con varios títulos propios y tercerizaciones tanto para el mercado local como para el internacional.

Afianzando la hipótesis antes mencionada, Vodopoviz dio sus primeros pasos en el desarrollo como hobbista en el año 1999 y aproximadamente 6 años más tarde ingresó a la industria.

De un tiempo a esta parte, se convirtió en docente en la materia y desde marzo de 2009 forma parte de la Universidad Maimónides: “Comenzamos la cursada con una pequeña reseña de que son los videojuegos, distintos ámbitos de aplicación del mismo, como juegos comerciales, publicitarios, etc.; y comenzamos luego a plantear el desarrollo de un videojuego”.

Las consideraciones a la hora del desarrollo deben tener en cuenta cientos de aspectos y es realmente muy difícil que una sola persona pueda lograrlo, por lo general se trabaja en equipos. Pero tener una visión global facilita mucho las cosas. Los alumnos de la carrera de la Universidad Maimónides están absolutamente capacitados para poder participar de todo el proceso creativo: “En este momento, gracias a los desarrolladores independientes podemos ver ideas muy innovadoras y que probablemente se conviertan en referentes de los juegos del futuro”, vaticina Vodopoviz.