Entrevista a Marina Bottacchi. Una emprendedora en crecimiento

Marina Bottacchi egresó en el año 2008 de la Licenciatura en Tecnología Multimedial de la Universidad Maimónides. Hoy, con 24 años de edad trabaja como profesional independiente, abarcando diferentes desarrollos desde su emprendimiento personal www.weloveorigami.com
Marina es una emprendedora que disfruta de lo que hace, siempre con una sonrisa y dispuesta a forjarse su lugar en un universo multimedial en plena expansión y desarrollo.

¿En qué estás trabajando actualmente?

Principalmente dirijo proyectos provenientes de España, a través de varias agencias o profesionales, que optan por tercerizar sus desarrollos en nuestro país. A la vez, conjuntamente con un equipo de trabajo, realizo desarrollos integrales de sitios web y aplicaciones para clientes locales, actualización de portales, rediseño de sitios y consultoría.

¿Cuál es la mayor demanda de trabajo de tus clientes?

La mayor demanda son los catálogos de productos online, para los cuales hemos desarrollado un sistema de gestión propio.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Trabajar a distancia, ya que te abre muchas puertas y te da la oportunidad de tomar decisiones importantes. Además, uno va creando una red de colegas y eso fomenta el trabajo en equipo y se aprende mucho más. Me gusta el “día a día” de mi trabajo, delegar tareas, reunirme con clientes y esforzarme para cada día mejorar la prestación de mis servicios.
Todas estas actividades me suponen un continuo desafío como profesional del área de la multimedia.

¿Crees que es un desafío siendo mujer trabajar en el sector de la multimedia o crees que los desafíos pasan por otro aspecto de tu labor?

Mi experiencia en el ambiente laboral ha sido satisfactoria en estos términos, nunca tuve problemas por ser mujer y afortunadamente no siento estar trabajando en un ambiente en donde predomine el machismo.
Creo que se debe un poco a que somos una generación diferente y las cosas han cambiado mucho desde hace 10 años en el ámbito del diseño digital, los negocios, la comunicación y la informática.
Los desafíos pasan, me parece, por la enorme competencia que hay en el rubro. Existen muchos emprendimientos “hogareños” y gran cantidad de desarrolladores freelance que ofrecen su trabajo a precios muy bajos debido a la misma competencia. El desafío en nuestra profesión, en todo caso, es tratar de ofrecer el mejor producto posible a un precio realista.

¿Cómo elegiste la carrera a la hora de estudiar?

Mientras cursaba el último año de la secundaria una compañera de curso me aviso que iba a ir al curso introductorio previo a la inscripción. Al leer el listado de las materias y la orientación de la carrera, me interesó mucho el alcance que tenía y la variedad en los contenidos. En ese momento no había decidido qué iba a estudiar, pero siempre supe que iba a estar ligado de una u otra forma a la informática. Al terminar el curso no me quedaron dudas y me anoté inmediatamente.

¿Cuáles son tus proyectos mirando hacia el futuro?

Pienso más en el futuro cercano que en el lejano. El mercado se mueve a gran velocidad y los cambios no se hacen esperar, por lo cual me interesa poder capacitarme en nuevas tecnologías en la medida de que mis tiempos me lo permitan.
Cuando digo “nuevas tecnologías” me refiero a una expresión que es bastante amplia, que abarca desde software, hardware, hasta la nueva versión de un lenguaje de programación o una nueva plataforma web. Los casos más destacados son las de Google.

Desde el 2008, Marina se desempeña como docente de la Escuela de Diseño y Comunicación Multimedial de la Universidad Maimónides en la cátedra de la materia Proyecto Senior II a cargo del profesor Raúl C. Drelichman. Durante ese mismo año, también tuvo la oportunidad de ser docente ayudante de Programación Multimedial III, cuyo titular es el licenciado Leonardo Nadel, egresado de la primera promoción de licenciados en Tecnología Multimedial, hoy profesor en varias instituciones educativas.

¿Qué es lo que más te interesa o te aporta la docencia?

Con respecto a la docencia, es una actividad que me brinda muchas satisfacciones personales, un constante desafío, que implica un gran esfuerzo de mi parte. Por otro lado, representa un lugar “especial”, ya que además de enseñar contenidos teóricos estamos implícitamente ejerciendo un rol de formadores de recursos humanos. En este sentido hay una dimensión personal de la docencia, donde nosotros transmitimos las mejores formas que consideramos para trabajar dentro del ámbito laboral.

Para conocer los desarrollos de Marina Bottacchi pueden ingresar a:
www.weloveorigami.com // www.nuchaweb.com.ar