El mundo de Gabriela Golder
Gabriela Golder dirige el Taller de Instalaciones que funciona los días sábados de 10 a 14 en la Escuela de Comunicación Multimedial. Luego de realizar la primera instalación con el nombre ¿Un Mundo?, en el evento Dioses de Barro, le pedimos que nos cuente el motivo de sus últimos viajes, y cuáles son las expectativas para la próxima muestra de los trabajos que desarrollan en el taller.
Fuimos a Columbus en Ohio, con una beca que nos otorgó la Secretaría de Cultura de la Nación en conjunto con el Wexner Center for the Arts, que es una institución muy importante y tiene varios departamentos, de teatro, de música y uno de nuevos medios.
Estuvimos allí, con una beca de residencia de postproducción, Silvia Rivas, Andrés Denegri y yo. Eramos los tres, y una coordinadora del Centro Cultural Borges. Cada uno llevó un proyecto muy diferente al del otro. El de Silvia Rivas era una video instalación, el de Andrés Denegri era un video a partir de imágenes filmadas en super 8 en el norte, y el mío fue un trabajo hecho en el campo, como una reflexión sobre la naturaleza, pero en realidad con un concepto filosófico sobre la idea de vacío y el concepto de nada. Espacio vacío, paisaje vacío, animales que se van del espacio, etc.
La beca consistió en el hospedaje, un apoyo económico, y editamos en AVI, para lo que contamos con un operador durante dos semanas, en las que trabajamos intensamente todos los días, en una ciudad gris en la que hacía mucho frío, pero fue muy enriquecedora la experiencia y la interacción que se produjo entre los tres. Además, con Andrés dictamos clases abiertas en instituciones educativas, como la Universidad Nacional de Chicago, en las que hablé sobre el vínculo arte y tecnología, y las artes electrónicas en Argentina.
Para mi fue realmente la oportunidad de estar encerrada en un lugar, en donde no tenía estímulos mas allá del propio proyecto, y poder concentrarme sólo en eso, con lo cual lo único que hacia era editar, pensar, leer y compartir la experiencia con los otros tres realizadores. La comunión entre artistas fue muy interesante porque pudimos opinar e intercambiar ideas sobre nuestros trabajos.
En España estuve en una exposición, organizada por dos curadores que son David Arlandis y Javier Marroquí, con el nombre ¨Una realidad ineludible. Arte y compromiso en Argentina¨. La muestra, para la que escogieron a doce artistas, incluyó obras fotográficas, instalaciones y videos. Estuvo dos meses en el Museo Extremeño de Arte Contemporáneo en Badajoz, y luego se trasladó al Centro de Arte Contemporáneo de la Caja de Burgos.
En Badajoz estuvimos varios de los artistas que presentamos nuestras obras, mientras que a Burgos viajé sola y fui la única representante de la muestra. Presenté dos de mis trabajos en video ¨En nombre de los pájaros¨ y ¨Vacas¨.
Hubo una conferencia de prensa en la que expliqué el concepto de arte y compromiso, y hablé sobre la realidad ineludible para los artistas que no pueden dejar de lado en su obra las circunstancias que los rodean, que es mi caso, o que trabajan a partir de la realidad.
En España las condiciones de trabajo fueron óptimas. Cuando regresé a Buenos Aires la muestra continuaba por dos meses.
Después de la magnífica experiencia que tuvimos, la verdad es que fue un desafío, ya que había un tema impuesto porque había que trabajar con las orquídeas y era la primera vez que nos encontrábamos como grupo. Había gente que nunca había desarrollado instalaciones y el resultado fue algo absolutamente interesante, más allá de encontrarnos por primera vez como grupo.
Ahora la idea es seguir innovando con ideas y en los materiales, tratar de investigar tecnologías y diferentes tipos de sensores. El objetivo es aprender.
Personalmente me enriquece muchísimo trabajar en un taller. Es lo que más me gusta hacer.
Me interesa desarrollar la docencia en la modalidad de taller. Es decir, compartir conocimientos, ideas, inquietudes, porque si alguien tiene buenas ideas, tiene otra experiencia, en conjunto con otras ideas se potencian y el resultado es muy bueno, y esa es la riqueza de un taller. La suma de ideas con otras ideas es la obra.
Estoy en contra del profesor como alguien que viene a decir una verdad. Yo no tengo ninguna verdad y menos en cuanto al arte. Hay algunas cosas que yo sé que son fórmulas que puedo trasmitir, pero en general el resultado de un saber se da al compartir experiencias y al experimentar.
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